























CONSTELACIONES EFÍMERAS
En apariencia, se trata de una planta cualquiera, sin ningún encanto, sus hojas largas suculentas crecen y se extienden en cualquier dirección con cierto desparpajo. Si bien algunas noches, entre primavera y verano, la magia se apodera de ellas y sus flores deslumbran por su forma y por el penetrante aroma que desprenden. Su largo capullo se hincha los días previos y se abre al fin, un anochecer, estimulado por la oscuridad. A veces, con suerte, se abren numerosos botones a la vez. Sin embargo, el espectáculo es tan bello como efímero y al acercarse la madrugada, las flores se cierran y caen colgadas de un flácido tallo.
Este es el poderoso espectáculo que el lente experto de Guillermo Gutiérrez ha buscado captar en B&N para dejar constancia, más allá del color, del drama de las formas que se definen a través de los grises, de las versátiles transformaciones del claroscuro. Las composiciones insisten en su predicado a través de las repeticiones y dialogan entre sí acentuando su lectura. Si atendemos a la manera como están agrupadas, parecieran constelaciones abiertas a reinterpretaciones personales.
Lucrecia Cofiño.